Las piedras son un elemento muy fácil de conseguir, ya sean extraídas directamente de la naturaleza, como puede ser de la orilla de un río, o adquiridas en cualquier tienda especializada en decoración o manualidades. Pero mucho más fácil resulta crear un elemento decorativo con ellas, ya que lo único que necesitas es poner un poco de imaginación para poder obtener las artesanías más diversas, basadas en piedras de todo tipo, desde las de superficie suave y redondeadas, hasta piedras ásperas y con muchas aristas, pues todas pueden ser aplicadas para decorar tu hogar, para lo cual aquí te brindamos algunos consejos.
Piedras pintadas
Ya sea pintadas completamente, con colores y figuras llamativas, o con pequeños detalles monocromos, como símbolos chinos o letras, las piedras pintadas constituyen un dinámico elemento decorativo que fácilmente puede aplicarse a cualquier ambiente, y de una gran variedad de formas. De más está decir que con esta técnica puedes obtener piedras decorativas para cualquier ambiente, desde la sala hasta la habitación infantil.
Piedras y velas
Piedras y velas ha sido una combinación ampliamente utilizada en la decoración de interiores, habiendo tantas posibilidades decorativas como alcance tu imaginación, desde una simple vela sustentada sobre una piedra, hasta un velero de vidrio con piedras y una vela en su interior.
También puedes probar colocar una vela en un plato con un lindo diseño, y colocar varias piedras a su alrededor.
Pisapapeles de todo tipo
Este uso de las piedras es bastante evidente, pero además de utilizarlas para sujetar papeles o facturas, puedes emplear una bonita piedra también para actividades como fijar las servilletas al plato o evitar que se levante el mantel de la mesa del jardín. Además, puedes combinar estas funciones con las técnicas de piedras pintadas para dar un toque mucho más pintoresco.
Centros de mesa
Son muy conocidos los tubos de vidrio llenos de agua, con piedras de colores en el fondo y una vela flotante, pero a partir de esta idea puedes crear muchas más, sustituyendo la vela y el agua por una flor, o simplemente un recipiente repleto de piedras de colores, mezcladas o divididas en capas cromáticas.